Tanto la artritis como la artrosis generan daño en las articulaciones con cierto grado de dolor, dificultad de movimiento e inflamación
Por Dr. Manuel Meléndez – Hola Doctor
Existen más de 100 tipos de artritis
Si ha tenido dolor en alguna articulación como la de las manos, rodillas o muñecas, es posible que haya pensado que padece artritis y, posiblemente, use antiinflamatorios para aliviar el dolor, y quizás le recomienden terapia con calor o frío. Sin embargo, debemos ver qué tipo de artritis es. La palabra artritis es un término que engloba más de 100 tipos de artritis.
La artritis y la artrosis suenan similares porque ambas afectan los huesos, ligamentos y articulaciones. También comparten muchos de los mismos síntomas, como rigidez y dolor en las articulaciones. Es importante reconocer las diferencias entre los dos tipos de artritis más comunes, ya que el tratamiento y la evolución de la enfermedad son diferentes.
A continuación, haremos una breve descripción de la artritis inflamatoria denominada artritis reumatoide, y la artritis no inflamatoria llamada osteoartritis (también llamada artrosis), dos problemas comunes que afectan las articulaciones.
Ambas afecciones generan daño en las articulaciones con cierto grado de dolor, dificultad de movimiento e inflamación. Pero, la causa de la enfermedad, la manera como se desarrolla y, en consecuencia, su tratamiento, varían ampliamente.
Factores que diferencian la artritis de la artrosis
La osteoartritis (artrosis), también llamada enfermedad degenerativa de las articulaciones, es ocasionada por el uso y desgaste de las articulaciones.
A su vez, la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, en la que el sistema de defensas reconoce de manera equivocada a moléculas del recubrimiento de las articulaciones, atacándolas y causando inflamación y daño del tejido.
¿A qué edad atacan? Para poder diferenciar entre ambas condiciones uno de los factores que se debe considerar es la edad. El daño articular degenerativo (artrosis) suele presentarse en personas de más de 50 años, mientras que la artritis reumatoide suele presentarse en personas entre 30 y 50 años.
¿Qué articulaciones afectan? Otra diferencia entre ambas condiciones tiene que ver con las articulaciones afectadas. Los dolores en articulaciones pequeñas como las de los dedos de las manos y las muñecas suelen presentarse en ambas extremidades de las personas con artritis reumatoide. En la osteoartritis (artrosis), en cambio, suelen estar comprometidas articulaciones grandes como la rodilla o la cadera, y suelen presentarse de manera unilateral.
El objetivo del tratamiento de ambas afecciones consiste en disminuir la limitación del movimiento, la inflamación y el dolor. La terapia de la artritis reumatoide incluye medicamentos modificadores de la enfermedad, como el metotrexato, que tienen como objetivo disminuir la reacción inflamatoria del cuerpo. Los medicamentos, junto con terapia física y algunos antiinflamatorios, pueden ayudar a disminuir las discapacidades de las personas con artritis reumatoide.
Por otro lado, el tratamiento de la osteoartritis (artrosis), es menos complejo, la terapia física en conjunto con el ejercicio puede ayudar a frenar el daño articular, y, en etapas avanzadas, las cirugías de reemplazo pueden ser una opción.
¿Cómo se diagnostica? Para hacer un diagnóstico de artrosis y otros tipos de artritis, su médico hará preguntas sobre los síntomas y antecedentes familiares. Esto les ayudará a diagnosticar el tipo de artritis; también realizarán un examen físico y una o más pruebas, como:
- Análisis de sangre, para detectar marcadores de inflamación e infección.
- Aspiración articular, para recolectar y analizar una muestra de líquido de una articulación afectada.
- Pruebas de imagen, como radiografías o resonancias magnéticas, para examinar visualmente las articulaciones afectadas.
- Una artroscopia, que implica que su médico inserte una pequeña cámara cerca de una o más de sus articulaciones afectadas; esto le permitirá ver más de cerca.
Tratamientos alternativos para la artritis que pueden ayudar
Masajes: Una revisión de los estudios publicados en la revista científica Mayo Clinic Proceedings indica que la terapia de masajes puede ayudar a aliviar el dolor y la rigidez de la osteoartritis de rodilla. En el estudio, los investigadores recomendaron una sesión de 60 minutos por semana con un terapeuta masajista acreditado.
Tai chi: Una revisión de 2015, de 54 estudios, indicó que este ejercicio chino, que es lento y con movimientos rítmicos, disminuye levemente el dolor causado por la artritis. Pero, fue menos efectivo que el ejercicio aeróbico y de fuerza.
Yoga: Una revisión de 17 estudios publicados en la revista Musculoskeletal Care indicó que el yoga disminuye el dolor de la osteoartritis. Pero, los expertos recomiendan evitar el Bikram (yoga caliente) si tiene problemas en las articulaciones. El calor le puede hacer sentir que puede estirarse más de lo que debería, lo que más tarde podría provocar daños en las articulaciones.
Acupuntura: Las investigaciones sugieren que, para algunas personas, esta terapia tradicional china, que involucra insertar agujas finas en ciertos puntos del cuerpo, disminuye el malestar de la osteoartritis. Una teoría es que puede desencadenar la liberación de hormonas llamadas endorfinas que inhiben el dolor, o simplemente puede provocar un efecto placebo, haciendo que se sienta mejor sin ninguna razón médica. Si la va a probar, asegúrese de ser tratado por un profesional acreditado.
Remedios caseros: La sabiduría popular ha creado una larga lista de remedios para aliviar los síntomas del dolor de las articulaciones. El hecho de que sean más o menos efectivos depende, en general, de investigaciones pequeñas. Uno de estos remedios populares es el aguacate o palta. Por vía tópica, el aceite de aguacate se usa para calmar el dolor de la osteoartritis y la artritis reumatoide, pero es insuficiente la evidencia científica.
También hay investigaciones que sugieren que algunos tipos de osteoartritis, como la osteoartritis de rodilla, responden positivamente a una dieta rica en flavonoides, que son nutrientes que se encuentran en las frutas y verduras. Los antioxidantes que se encuentran en muchas frutas y verduras también pueden ayudar a combatir los radicales libres producidos por la inflamación. Los radicales libres son moléculas que pueden causar daño celular.
También hay investigaciones que sugieren que algunos tipos de osteoartritis, como la osteoartritis de rodilla, responden positivamente a una dieta rica en flavonoides, que son nutrientes que se encuentran en las frutas y verduras. Los antioxidantes que se encuentran en muchas frutas y verduras también pueden ayudar a combatir los radicales libres producidos por la inflamación. Los radicales libres son moléculas que pueden causar daño celular.
Terapias que debería evitar
Manipulación quiropráctica: Algunas investigaciones sugieren que la ‘realineación’ de la columna vertebral por un quiropráctico puede mejorar algunos dolores del cuello y de la espalda. Pero, en una revisión de 2012 publicada en la revista Rheumatology, no se encontró evidencia de que esta terapia disminuya eficazmente el dolor de la osteoartritis.
Suplementos dietéticos: Algunas personas toman suplementos como la glucosamina y condroitina (a menudo juntas) o aceite de pescado para el dolor articular. Hasta el momento, los estudios han demostrado que la glucosamina y la condroitina no son más efectivas que un placebo. Algunas investigaciones sugieren que altas dosis de aceite de pescado puede ayudar a mejorar el dolor articular de la artritis reumatoide, pero no son muy claros los efectos sobre la osteoartritis.
Homeopatía: El principio de la homeopatía es que ciertas sustancias muy diluidas pueden curar enfermedades. Por ejemplo, el Rhus toxicodendron, hecho de hiedra venenosa, se promociona como un tratamiento contra la osteoartritis. Pero no hay pruebas convincentes que respalden el uso de éste u otros remedios homeopáticos para la artritis o cualquier otra afección.
Tres estrategias inteligentes
Antes de tomar cualquier tratamiento alternativo contra la artritis, se recomienda que intente combatir los factores conocidos que contribuyen al dolor del sistema musculoesquelético:
- Pierda peso si lo necesita: El exceso de peso agrega presión en los tobillos, caderas y rodillas, lo que aumenta la intensidad y dolor de la artritis.
- Haga el tipo de ejercicio adecuado. Las actividades que fortalecen los músculos, mejoran su rango de movimiento y estimulan su actividad cardiovascular le pueden ayudar. Además del Tai chi y, posiblemente, el yoga, considere caminar regularmente o un programa de natación.
- Consulte con su médico. Si decide probar una terapia alternativa, coméntele a su médico antes de comenzar, éste le puede referir a un profesional confiable. Su médico también puede hablarle sobre los peligros potenciales o si la terapia puede interactuar con sus medicamentos habituales.
