Siempre hemos recomendado y sugerido la importancia de mantener una vida activa en la adultez y de cómo el ejercicio físico es vital para lograr una mejor calidad de vida.
Por: Noticias Mayores
Para combatir los aspectos negativos del envejecimiento
Realizar ejercicio físico es esencial para combatir los aspectos negativos del envejecimiento, tanto físicos como psicológicos; de igual manera, frena y previene el deterioro cognitivo. Actividades como bailar, nadar, hacer yoga o pilates, constituyen algunas de las alternativas, sin embargo, caminar es una de las más sencillas y fácil de realizar.
Caminar es un ejercicio de tipo aeróbico, es decir que hace latir el corazón más rápido, fortaleciéndolo. Caminando se puede obtener una buena forma física, similar a la que se puede alcanzar nadando o haciendo bicicleta; sin embargo, esta actividad implica un bajo nivel de riesgo. El ritmo no importa, lo que cuenta es que puedas hacer una rutina sin parar y, por supuesto, sin realizar esfuerzos innecesarios.
Los estudios recomiendan salir a caminar una hora diaria o cada dos días, preferiblemente en las primeras horas del día. No olvide consultar con su médico cada vez que inicie una rutina de ejercicio físico
10 beneficios de caminar para las personas mayores
- Esta actividad se puede realizar en grupo, lo que nos ayuda a trabajar la socialización y evitar el aislamiento.
- Ayuda a mantener la mente activa.
- El aire ayuda a despejar la mente y el sol nos aporta vitamina D.
- Mejora la autoestima, el autocontrol y la sensación de autonomía para las actividades de la vida diaria.
- Mejora los hábitos de sueño, las funciones intelectuales o cognitivas y las relaciones sociales.
- Disminuye la tensión arterial, aumenta la capacidad de captar oxígeno y nuestra resistencia.
- Fortalece el corazón ayudando a prevenir enfermedades coronarias.
- Aumenta el flujo sanguíneo necesario para poder realizar el esfuerzo y mejora el retorno venoso, evitando y aliviando así problemas circulatorios como edemas y varices.
- Nos ayuda a fortalecer nuestro sistema muscular y a mejorar nuestra postura.
- En mujeres con osteoporosis se ha demostrado que esta actividad reduce los riesgos de sufrir fracturas en los huesos.
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