Muchas de las enfermedades asociadas con la vejez son condiciones crónicas relacionadas con la degeneración celular progresiva. A pesar de que muchas no tienen cura, pueden ser controladas.
Fuente: Red de Noticias
La mayoría de las enfermedades son previsibles y tratables
A medida que el cuerpo humano envejece las propiedades de los órganos cambian, por eso, es más propenso a desarrollar ciertas patologías (enfermedades físicas o mentales); la mayoría de estas afecciones son previsibles y tratables.
En todo el mundo, la supervivencia de las personas mayores ha aumentado bastante con respecto a épocas anteriores. Hoy en día, la esperanza de vida en el continente americano excede a los 70 años, según la Organización Panamericana de la Salud –OPS–. Este hecho favorece la aparición de trastornos crónicos relacionados con daño y desgaste de los órganos.
Las enfermedades más comunes en la vejez se atribuyen a las afecciones cardiovasculares, neoplásicas, osteoarticulares y endocrino-metabólicas. La mayoría de estas patologías ofrecen signos tempranos que pueden ser detectados a tiempo. En este sentido, el diagnóstico y la terapéutica oportuna son la base de un envejecimiento saludable y pleno.
Las 5 enfermedades más comunes en la vejez
En la actualidad, existe un alto índice de patologías que afecta a las personas mayores y su calidad de vida. La mayoría de estas enfermedades se manifiestan de forma paulatina y progresiva, por lo que suelen pasar desapercibidas hasta que logran asentarse de forma aguda y alteran las actividades diarias de las personas mayores.
Desde una perspectiva biológica y médica, el envejecimiento es el resultado de una gran cantidad de daños celulares y moleculares, esta degeneración no es lineal y específica para todas las personas mayores.
En este sentido, la presencia de patologías en los mayores depende de una esfera más multifactorial y más compleja. Teniendo todo esto en cuenta, es posible decir que dentro de las enfermedades más comunes en la vejez destacan las siguientes:
1) Hipertensión arterial
La hipertensión arterial es una de las enfermedades más habituales en la vejez.
La hipertensión arterial es una enfermedad del sistema cardiovascular que se caracteriza por cifras elevadas de tensión arterial. Durante años, esta patología se ha mantenido como una de las afecciones con mayor incidencia y mortalidad en el mundo.
Diversas investigaciones demuestran que su prevalencia es del 20 % al 30 % en la población general y del 60 % en los pacientes mayores de 60 años. De igual forma, la hipertensión arterial se asocia con una larga lista de patologías cardíacas, entre las que destacan el infarto agudo de miocardio, la enfermedad coronaria y los accidentes cerebrovasculares.
Los síntomas de esta afección suelen ser silenciosos y vagos; no obstante, algunos pacientes refieren mareos, dolores de cabeza y palpitaciones. El diagnóstico es clínico y se basa en la identificación de las cifras de tensión arterial y en una adecuada exploración física. El tratamiento implica varios cambios en el estilo de vida, la dieta y en el soporte farmacológico.
2) Artritis y artrosis
La artritis constituye un grupo de patologías agudas o crónicas asociadas a la inflamación de una o varias articulaciones. Por su parte, la artrosis se refiere a la degeneración progresiva de los elementos que forman una articulación, principalmente a nivel del cartílago articular.
Para el 2018, la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) estimó que en España más de la mitad de las personas mayores de 65 años padecía de algún tipo de artrosis. Ambas afecciones osteoarticulares suelen manifestarse con dolores articulares, rigidez y limitación de la movilidad de la articulación.
La artritis y la artrosis son más frecuentes en mujeres que en hombres debido a las variaciones hormonales propias de la menopausia. A pesar de no contar con una cura definitiva, la mayoría de los pacientes pueden tener un estilo de vida normal al cumplir con un tratamiento farmacológico continuo o en algunos casos quirúrgicos.
3) EL alzhéimer
Entre los síntomas del alzhéimer se encuentra la pérdida de memoria reciente, así como también cambios en el comportamiento.
El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por atrofia cerebral y muerte de las células nerviosas. La misma constituye la principal causa de demencia en los adultos mayores, presente en más de un tercio de los pacientes mayores de 85 años.
Las manifestaciones tempranas de esta afección incluyen la pérdida de la memoria de eventos o situaciones recientes. A medida que la afección evoluciona, existe deterioro en el comportamiento, el pensamiento y las habilidades sociales del individuo, e incluso se ve afectada su capacidad para realizar actividades cotidianas.
En la actualidad, el alzhéimer no posee una cura o tratamiento definitivo. Sin embargo, el diagnóstico y la terapéutica oportuna favorecen al retardo de la progresión de la enfermedad. Así, la persona podrá prolongar el mantenimiento de sus funciones cerebrales y desenvolverse por más tiempo de forma independiente.
4) La demencia
La demencia es una afección de la memoria y el pensamiento asociada a un grupo variado de enfermedades crónicas y degenerativas. En este sentido, esta enfermedad de la vejez es producto de un daño continuo de las estructuras encefálicas encargadas de coordinar y regular las funciones superiores.
La misma es considerada la principal causa de discapacidad y dependencia en los adultos mayores. El síntoma cardinal es la pérdida paulatina de la memoria, así como la manifestación de delirios, alucinaciones, ideas paranoides y psicosis.
El diagnóstico involucra una evaluación médica integral, física y psicológica en la que se valore en detalle el estado de la psiquis de la persona. El tratamiento es principalmente farmacológico; el mismo involucra cuidados progresivos y permanentes para realizar las actividades diarias.
5) La osteoporosis
La osteoporosis es una patología degenerativa del tejido óseo caracterizada por la desmineralización crónica del hueso, la fragilidad y la pérdida de la densidad ósea. Esta es una de las enfermedades más comunes de la vejez con una incidencia de 25 % para las mujeres mayores de 45 años y 50 % para las mujeres mayores de 60 años.
La osteoporosis se relaciona con una mayor prevalencia de fracturas por caídas o traumatismos de leve a moderada intensidad. Los huesos que suelen verse afectados son el fémur, la cadera, la columna vertebral y los huesecillos de la muñeca.
Las manifestaciones más frecuentes de esta patología son el dolor óseo y articular, la disminución de la estatura, la debilidad y la postura encorvada hacia adelante. El pronóstico está determinado por una adecuada alimentación y una administración suplementaria. El tratamiento suele ofrecer una buena calidad de vida y contribuir al alivio de la sintomatología.
Consejos para prevenir enfermedades en la vejez
La mayoría de las enfermedades más comunes de la vejez están asociadas a procesos degenerativos crónicos. Por este motivo, pequeños cambios en el estilo de vida permiten frenar la progresión de un gran número de afecciones. Además, estos cambios también pueden aumentar la sobrevida de los adultos mayores.
Algunos consejos que puedes seguir para disminuir el riesgo de presentar algunas enfermedades durante la vejez son los siguientes:
- Tener una alimentación balanceada: es recomendable seguir una dieta rica en vitaminas, minerales, fibras y baja en sal, azúcares y grasas saturadas que permita reducir el riesgo de padecer o de complicarse por patologías cardiovasculares, endocrinas, metabólicas y ósteoarticulares.
Los hábitos de vida saludable ayudan a prevenir las enfermedades típicas de la vejez.
- Realizar ejercicio físico: las actividades físicas de leves a moderadas favorecen la circulación arterial, el control de peso y la disminución de la incidencia de enfermedades arteriales y metabólicas. Además, permiten mantener activo el organismo, frenando la degeneración de los órganos y tejidos.
- Tener un control médico continuo: la visita médica periódica permite detectar enfermedades asociadas a la vejez de forma temprana y brindar la terapéutica oportuna. Además, el seguimiento de las patologías es vital para evitar las complicaciones asociadas.
- Practicar ciertas actividades recreacionales: los eventos sociales y didácticos evitan el aislamiento y la progresión de enfermedades que afectan el cerebro como la demencia.
- Evitar los excesos: es aconsejable reducir el consumo de cualquier sustancia externa que pueda dañar el organismo. El consumo excesivo de alcohol, de tabaco y de fármacos no prescritos favorece a la manifestación de alteraciones hepáticas y sistémicas.
La clave es un estilo de vida saludable
El estado del cuerpo es un reflejo de todo lo que las personas hacen y consumen en su vida diaria. Los especialistas recomiendan hacer énfasis en conseguir y mantener una forma de vida saludable en la medida que el organismo envejece.
Para ello, te invitamos a seguir los consejos que te sugerimos anteriormente. De igual forma, es importante destacar la necesidad de acudir al médico siempre que notes algún síntoma o signo extraño. Recuerda que la prevención es tu mejor arma contra las enfermedades más comunes de la vejez.